SE SUCEDEN LAS SORPRESAS EN LA U.C.I.

http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/000178.htm#visualContent
Raro era el día que no me sorprendían con algo inesperado. Al tercer día de mi estancia en la UCI decidieron poner a prueba la válvula estrenada. Querían subir un poco mis pulsaciones y equilibrarlas más a su criterio.... o sea, más altas. Observo que cuelgan un bote con un medicamento junto al suero. Conectan la toma a la vía y mediante el control de un monitor comienza el goteo. Siento curiosidad por lo que pueda suceder. Momentos después lamenté esa curiosidad. Sentí como el medicamento entraba en vena y un frio raro e intenso se apoderó de mis brazos y piernas. El resto del cuerpo no experimentó cambio de temperatura, pero un cansancio se iba apoderando de él y lo tenía pegado a la cama, incapaz de moverlo. El corazón comenzó a latir con fuerza.... cada vez mayor, cada vez más rápido. Semejaba un caballo desbocado. Me sentía mal, muy mal... pensé que me desmayaba. Avisé al enfermero que estaba a mi lado controlando el goteo. El médico me preguntó si podía seguir soportando. Le contesté que me desmayaba y tenía un fuerte mareo. Disminuyeron el goteo y los latidos fueron bajando, pero no lo suficiente. Siguieron bajando la medicación hasta que las pulsaciones fueron las normales para mí. Quedé agotado por la experiencia y maldije al médico. Me comunicó que la válvula estaba en perfecto estado y funcionaba bien. Aquelló no me tranquilizó ni hizo desaparecer mi cabreo durante parte del día. Imaginé lo que deben ser las arritmias, taquicardias y demás monerías relacionadas con el corazón.
Cuando conseguí calmarme y volver a la normalidad me asearon, levantaron de la cama y directamente al sillón para desayunar. Así transcurrió parte de la mañana, sentado en el sillón, escuchando un poco de música por una pequeña radio con auriculares.
Sobre las once de la mañana ingresó en la cama de al lado un hombre con una fuerte arritmia. Yo desde mi privilegiado lugar pude observar como la respiración y el dolor le tenian agobiado. Entraron, además del médico de mi "experimento", un par de cardiólogos. Ese hombre había sido operado de la aorta días antes y le dieron el alta sin problemas aparentes, pero algo no funcionó bien... no hizo mucho caso de la medicación que debería tomar a diario y la válvula se obstruyó con un pequeño coágulo.
Mientras los médicos intentaban controlar aquellas arritmias se produjo una parada cardiaca. Lo presencié todo y me quedé alucinado... era la primera vez que veía un paro cardiaco, algo que te sorprende por lo repentino, por lo sorpresivo y por el estado del cuerpo con el pecho elevado. La reacción de uno de los cardiólogos fue automática. Con el puño cerrado dió un fuerte golpe en el pecho del paciente. Éste emitió un quejido y volvió a respirar. Mientras tanto los enfermeros preparaban a toda prisa esa maquinita que proporciona descargas eléctricas en caso de paro cardiaco, por si se repetía la parada.
Todo aquello lo presencié sin excitación ni sensaciones extrañas, con toda tranquilidad pero sorprendido de las reacciones de los demás. Recuerdo que el propio cardiólogo se acercó y me preguntó si me había afectado aquello en mi estado emocional, en mi ritmo cardiaco. Observó el monitor situado sobre mi cabeza.
Aquel hombre fue sometido a un cateterismo para desbloquear la válvula y permaneció en la UCI hasta después de mi salida de la misma.
Estuve pensando sobre el incidente durante el resto de la mañana. Mi pareja entró a la hora de comer. Me observó cansado y lo comentó conlas enfermeras. Estas le explicaron la maldita "experiencia" y yo le comenté todo lo sucedido durante aquella inolvidable mañana. Solían llamarla para que me ayudase a comer....me negaba a tomar bocado, no tenía apetito y la medicación me quitaba las pocas ganas ...tan sólo me apetecía beber zumos frios.
La línea entre la vida y la muerte es muy fina, más de lo que suponemos, aunque a veces morir sea penoso, duro y difícil. Pero el momento de esa muerte con desvanecimiento, con parada cardio respiratoria...... es esa línea tan simple. Aquel hombré lo pudo contar.
La última noche de mi estancia en la UCI me tenía reservada una experiencia de las que marcan.
Pero eso requiere un poco más de texto.
(Continuará)
10 comentarios
ARENA -
Un abrazo y me alegro mucho de tu recuperación.
Isabel
Niebla -
Abrazos.
Niebla -
Abrazos.
Mareablanca -
Me alegra que pueda contarlas.
Oleadas de besos.
Niebla -
Salud !!!!!!!!!
Y abrazos ;-)
MDM -
Por suerte las tenga CASI olvidadas.
La línea entre la vida y la muerte delgadisima, lo penoso es lo que cuesta cruzarla en la mayoría de los casos.
Espero que estés mejor y espero leer tus sucesivas entregas sobre la experiencia que has vivido.
Un abrazo.
naty -
Myrna -
ayyyyyyyyyyyyyyy que fuerte eres... o quiza la medicación tambien te tenia tranquilo.
besos
Morgane -
Cúidate en exceso. Morgane
Morgane -
No veo en ella frialdad ni indiferencia sino un control innato y curiosidad llena de humanidad.
El saber que la vida o la muerte dependía de una leve descarga eléctrica me quemaba el corazón mientras a mi pareja le hacían una caradioversión para controlar su aritmia. No sé por qué la ansiedad en ese momento fue mayor que para otras intervenciones largas e igualmente peligrosas que necesitaron seres muy queridos.
Será que lo que implica directamente el corazón nos enfrenta al peligro con más crudeza.
Me alegro sinceramente de que puedas contarlo. Tus relatos son una lección de entereza y de serenidad.
Morgane