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CONTRACORRIENTE

Fechas a recordar

Aquel día aciago de 1.492

Aquel día aciago de 1.492

Aquel día del mes de Octubre fue un mal día para millones de seres humanos.... aquellos que habitaban un continente desconocido, o casi, hasta ese día concreto. Muchos de esos seres humanos tardarían meses y años en conocer la noticia de que unos extraños seres, vestidos con armaduras metálicas y montando unos extraños y desconocidos animales, penetraban en sus territorios, poblados y ciudades. Aquellos seres blancos y barbudos les imponían una nueva religión y un nuevo idioma a sangre y fuego, a espada y crucifijo, a esclavitud y muerte.

Aquel día del mes de Octubre muchos pueblos quedaron condenados a su desaparición, a su expolio y anulación como seres humanos. Obligados a la esclavitud o la rebelión, al sometimiento o la guerrilla permanente....hasta su extinción casi total.

Aquel dia del mes de octubre fue un buen día para el continente "civilizado", aunque sus pobladores tardaron unos cuantos meses en enterarse del gran negocio del "descubrimiento"....el mejor negocio de todos los tiempos de la humanidad jamás emprendido.

Y el negocio continua......para unos cuantos....para otros muchos fue un día aciago, aquel día de un mes de Octubre de 1.492

Madrid no se merecía eso

Madrid no se merecía eso Esa mañana me desperté con la noticia. Medio dormido salté de la cama y agarré el movil. Durante diez minutos intenté localizar a Mercedes.
Todos los día toma uno de los trenes que pasan por Santa Eugenia para ir a la oficina. Esa mañana se retrasó y consiguió localizar a un compañero de trabajo. En el coche de él logré comunicar con ella. Estaba nerviosa, sabía lo sucedido. En ese momento pasaron a la altura de Santa Eugenia, por la autovía de Valencia. El atasco, la humareda de la estación, las sirenas ......... me contaba llorando. Me dió las gracias por mi llamada. Mercedes es la única persona amiga que dejé en Madrid, la más auténtica de mis excompañeros de trabajo.

Madrid no se merecía eso, no ..... no se lo merecía. El Magerit musulmán (le pusieron nombre femenino) es una ciudad abierta, generosa, sorprendente y capaz de los más grandes sacrificios. Hospitalaria con los forasteros, con el inmigrante, pero también llena de pillos, pícaros, buscavidas y soplagaitas (y políticos marrulleros). El Magerit de larga historia, llena de batallas populares como las de 1.808 que el genio de Goya plasmó en sus lienzos. El Magerit republicano, capaz de mandar a tomar por el culo a un rey anodino e impopular. El de la resistencia durante los bombardeos de ensayo para la II Guerra Mundial, el Magerit de mi infancia de posguerra con su hambruna perpetua y su dictadura eterna. El Magerit de la transición a la democracia, lleno de concesiones para lograr una convivencia, lleno de ilusiones para ser capaces de vivir juntos sin volver a las eternas matanzas. Mi Magerit del horror de los atentados, durante años, de esas bestias pardas de un nacionalismo vasco irracional. No se merecía un 11 de Marzo así.

Invito a quien no conozca mi ciudad, mi "patria chica", a visitarla. No la juzgueis a simple vista, hay que conocerla, patearla durante días, meses, incluso años..... y vivirla.