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CONTRACORRIENTE

Complicidades

TEMAS DE CONVERSACIÓN

TEMAS DE CONVERSACIÓN

Existen tantos como posibles conversadores. 

Y para conversador, lo que se dice conversador, un taxista de Nueva York de 81 años y sin licencia. No habla casi nada porque dice que hay poca gente culta con quien poder charlar. Pero lo más curioso es su tarifa de taxi: la voluntad. 

La historia la escuche está noche en un telediario. 

Volviendo a los temas de conversación: ¿de qué te apetece que hablemos? 

Con ella converso sobre lo más variado y diverso que nos viene a la cabeza. Cambiamos el chip de la conversación sin ningún complejo, saltando de una materia a otra, de un tema insulso a otro interesante, de un libro a un paisaje, de una nube a la luna y de ésta a una playa desierta, escuchando el mar sin pisarlo, sólo hablándolo. 

Pero conversar no es sólo hablar. Conversar es, también, escuchar. Y escuchar es poner en práctica algo tremendamente difícil: la escucha activa, la empatía y la asertividad, que te permite incluso no ser asertivo caso de considerarte no respetado y atacado de forma verbal. 

Conversar siempre fue un placer (sobre todo antes de Internet). Era considerado un lujo para los buenos conversadores y contertulios. No olvidemos que de sus conversaciones Sócrates dio mucho de sí para que le escribiesen sus diálogos. Tampoco olvidemos que las tertulias del célebre Café Gijón de Madrid, han hecho correr ríos de tinta. 

Pérez Galdós (mi apreciado y amado escritor) consigue muy buenas páginas sobre aquellas tertulias de esos cafés de la Puerta del Sol de Madrid, tertulias revolucionarias de aquella época, de aquel torturado y revuelto siglo XIX español. Hablaban de todo, de casi todo, de cómo cambiar el mundo, de cómo escribir un poema, de cómo soñar una novela, de cómo seducir a la dama de sus sueños, esa mujer casada e infeliz que jamás consiguió poseer Larra. Por eso se suicidó. 

Recuerdo mis tertulias de adolescente (mucho, muchísimo tiempo antes de Internet) en el café Punto y Coma de la Plaza de Santa Ana, en Madrid, situado enfrente del hotel donde se hospedaban los toreros que toreaban esas tardes festivas en la capital, ese café situado a la derecha del Teatro Español y haciendo esquina con la calle del Prado. Recuerdo a mis amigos, Javier y Félix, charlando sobre lo divino y lo humano después de haber asistido a una zarzuela o una buena obra teatral. Recuerdo que cuando estaba lleno el café celebrábamos la tertulia en otro, llamado Café Alemán, y muy cercano al primero. 

Recuerdo cuando pusieron una televisión en el café Punto y Coma.

Desde entonces la que hablaba era la televisión.

Recuerdo cuando comenzamos con nuestras primeras novias. Ellas se cargaron las tertulias…… y, si nos descuidamos, la amistad, porque no se toleraban las unas a las otras. Y nosotros fuimos tan simples como para caer en la trampa. Inmaduros que éramos. 

En serio…. ¿de qué te apetece que hablemos? 

El Lobo, Torremolinos 2007

El cuadro lo tomé de:  www.carlospaezvilaro.com/boutique-originales.htm

UNA MUERTE DIGNA

UNA MUERTE DIGNA

Ingresó el día anterior. Le acompañaron dos muchachos y una mujer de unos 42 años más o menos. Los muchachos eran muy jóvenes, uno aparentaba 18 años y el otro apenas los 15. Eran su familia. El estado del hombre parecía grave, con mascarilla puesta permanentemente. Todo el cuadro estaba situado enfrente y podía divisar parte del escenario al estar la puerta del habitáculo semiabierta. 

Quiero centrarme en esta persona durante todo mi relato. En el enfermo y su familia. Quizás no me sea fácil de conseguir, porque todo transcurrió en diversos momentos y no siempre estuve atento a lo que sucedía frente a mí. Además influía mi estado físico y psíquico en esos momentos y mi deseo de desconectar, tratar de evadirme mentalmente de donde estaba.

Pero las últimas horas fueron demasiado intensas. Recuerdo ver salir a uno de los muchachos, el menor, llorando. Recuerdo a una señora mayor abatida al salir de la visita, llorosa y despistada buscando la salida. Recuerdo a la mujer de aquel hombre tratando de contener las lágrimas. 

Recuerdo la visita de mi pareja aquella tarde y su comentario sobre una familia. La familia de ese hombre, que durante la hora de la comida en la cafetería del hospital habían hablado con ella....pero no recuerdo el motivo. Recuerdo que habían vuelto a charlar durante la espera de visita a la UCI. Recuerdo que la mujer le había contado, entre lágrimas, que su marido, médico, estaba en fase terminal debido a un cáncer de páncreas y que era consciente de ello desde el comienzo de la enfermedad. Recuerdo que desde ese momento presté más atención a la zona situada frente a mi cama.

El trajín era incesante durante aquella tarde. Se trataba de tenerle lo más sedado posible para evitar los dolores. La metástasis era total.  

Me sorprendió que le mantuviesen en la UCI cuando el proceso era irreversible. El sufrimiento de la familia era patente y no podían quedarse junto al enfermo pasado el tiempo de visita. La mujer entró en varias ocasiones autorizada por el personal médico, pero fueron visitas breves de las cuales salía llorando. Totalmente desconsolada. 

Recuerdo mi última noche en la UCI como algo fuera de la normalidad total, surrealista y triste a la vez. Chocante y frío, ajeno y cercano. Espectador de algo que no debería haber visto, por la inoperancia e incompetencia de un personal sanitario que, aquella tarde-noche, no estuvo a la altura profesional requerida. 

Las visitas fueron saliendo después de la cena de los enfermos. Es la última vez que vi a los hijos de aquel hombre. Dejaron la puerta de su habitáculo abierta y ante mi apareció la cama ligeramente alzada, lo que me permitía ver la cabeza y el torso. La cara cubierta con una mascarilla y un tubo cuyo final no acertaba a ver. El hombre respiraba profundamente. El personal sanitario entraba de vez en cuando para comprobar el estado de aquel hombre. Al verle tranquilo dejaron de entrar, pero no fueron capaces de cerrar la puerta o poner delante uno de los biombos que usaban para reservar la intimidad de algunos enfermos. 

Serían las 10 de la noche cuando me ofrecieron algo para dormir. Me negué a tomar ningún sedante ni pastilla. En mi interior algo me decía que iba a ser testigo de una experiencia. Me puse los auriculares y conecté la radio. Quizás consiguiera dormir así...escuchando música de una de mis emisoras favoritas, Radio 3.... la música era entretenida y los comentarios también.

El hombre seguía con su respiración profunda y totalmente solo. Recuerdo Radio 3 y su programa de música funky de los 70 y 80. El sueño no acudía y mi cabeza daba vueltas pensando en la soledad de aquel hombre y en el malestar de su familia que rogaban a los médicos subirle a la habitación.  

La música se hizo un poco machacona al final del programa, pero aguanté porque necesitaba desconectar de mi estado mental. Dejaron entrar a la mujer durante unos minutos. El personal sanitario no tenía argumentos para negar la entrada a la esposa de aquel hombre. Ellos eran sabedores de que le quedaban pocas horas de vida.

La mujer se arrodillo junto a un lateral de la cama y agarró la mano derecha de su marido. Lloraba en silencio mientras besaba la mano del hombre. La radio cambió de programa y comencé a escuchar una canción de Fito & Fitipaldis. La letra me impresionó por el contraste y la similitud entre lo que mis ojos veían y lo que escuchaba a través de los auriculares:

De la cabeza me arrancaron cables

“pa” meterme las cosas que antes no me cabían

Y se me acercan las paredes

Y se me aleja la salida

Y poco a poco se hace de repente y me tropiezo con los días

Estaba siendo testigo de un proyecto de vida entre dos seres que se rompía en mil pedazos. En la mente de aquella mujer las paredes se estrechaban tratando de comprender aquello que era inevitable. La salida era imposible. El tiempo escaso, mientras sollozaba y besaba aquella mano de un hombre totalmente sedado que había sido el amor de su vida. De un hombre entregado a los demás cuando ejercía la medicina. 

Sobra la luz cuando en la piel nunca se siente el día

Dime que tú, tú si me ves

Como venganza de la buena suerte

o recompensa de la mala vida.

Comenzó a invadirme una enorme tristeza y sentimiento de culpabilidad por invadir aquella intimidad entre dos seres que se despedían, quedando sólo el recuerdo para uno de ellos. Ella hablándole muy bajo y sin cesar de besar su mano, la canción terminando y mi mente relacionando parte de la letra con lo que estaba mirando.

La mujer, ajena de que era observada gracias a la poca iluminación de mi zona, lloraba y hacía gestos y movimientos con la cabeza mientras hablaba con el hombre agonizante. Quizás en esos momentos la vida compartida, los problemas asumidos, los sueños realizados y los pendientes pasaban por su mente encajonada en el sentimiento de pérdida, que se aproximaba por momentos. Sentimiento donde sobraba la luz que se agotaba. 

Una partida que jugué tan fuerte

que ahora es la vida la que está partida

Una pared siempre que quiero verte 

La mujer se incorporó y salió deprisa de la UCI.

El personal sanitario no le prestó ninguna atención. 

La música sonaba en mi cabeza mientras el hombre comenzó a levantar el brazo derecho y lo mantuvo doblado a media altura, sin moverlo.Después levantó la mano izquierda y comenzó a mover el brazo lentamente, tratando de hacer gestos, como si estuviese hablando con alguien. En otros momentos los gestos eran de llamada, queriendo atraer hacia él algo o alguien..... todo ello de forma pausada, muy lenta y respirando con profundidad.

Sentí ganas de llorar al ver a ese hombre morir solo, sin ningún tipo de atención. Pensé que era una reacción de la propia sedación producida por la morfina u otros medicamentos. 

Esa situación duró mucho tiempo y mis ojos no se apartaron de él. Eran la una de la madrugada. Comenzó un nuevo programa de música de los 50 y 60 cuyo locutor, Juan de Pablos, lo hace muy agradable e incluso el título lo es: Flor de Pasión.La música me gustaba. Pero mi mente estaba doblada, como en una especie de esquizofrenia, intentando atender a las palabras y comentarios del locutor y no perdiendo detalle de los movimientos lentos y pausados del moribundo.  

De repente hizo un gesto más brusco con el brazo izquierdo intentando quitarse la mascarilla y el tubo. Se ayudo con el brazo derecho y casi lo consigue. Hice una señal a una de las enfermeras chasqueando los dedos y señalando hacia el habitáculo de aquel hombre. Se acercaron e impidieron que se quitase el tubo y la mascarilla. Reaccionaron de forma extraña mirándome y comentando entre ellas. Imaginé que le atarían los brazos para impedir nuevos intentos.

Curiosamente en esos momentos se les pasó por la mente poner un biombo delante para evitar que pudiese ver nada. 

Recuerdo que me quedé adormilado y sobre las dos de la madrugada comencé a sentir conversaciones y ruidos poco normales a esa hora.

Me desperté y comprobé que había más personal sanitario de lo habitual. Incluso el médico de guardia de la UCI estaba presente. Sacaron al hombre en la cama con ruedas, sin mascarilla. Pensé que había fallecido y recordé sus últimos movimientos, de los que fui testigo. 

Pensando en todo aquello sentí un fuerte rencor por el trato que recibió al dejarle morir solo. Por el dolor e impotencia de aquella familia. 

Amaneció. Cambio de turno del personal sanitario. Nuevo médico de guardia, por cierto bastante amable y dialogante. Se acerca a mi cama y se interesa por mi estado. Le digo que me saquen de allí y me suban a planta, estoy al borde de agarrar una depresión de caballo. Me sonríe y comprende mi situación, ya son demasiados días allí y demasiadas cosas vistas. 

Me arreglan y asean, pero no me levantan de la cama. Dejan pasar a mi pareja y su cara cansada pero alegre es indicativa de que me sacan de la UCI. 

Le comento a mi pareja el fallecimiento de aquel hombre. Ella me mira y sonriendo me dice que salió todavía vivo de la UCI. No comprendo nada.... ella me explica que la mujer de aquel hombre consiguió que le subieran a planta y falleció sobre las cinco de la madrugada, acompañado de sus familiares y amigos que se desplazaron hasta el hospital.

Mi pareja estuvo con la familia toda la noche. La mujer del fallecido y ella habían hablado mucho durante todo el día y estuvo acompañando a la pobre mujer y a los hijos. En realidad se formó una gran amistad entre las dos y casi todas las semanas se llaman para charlar un rato y comentar como llevan el “trago” ella y sus hijos, tratando de rehacer sus vidas.

El recuerdo de aquel hombre es muy fuerte en mucha gente de su entorno, por su gran profesionalidad y entrega a los demás. Era una persona querida. Y el recuerdo que les quedó de él es bonito, incluyendo un par de libros escritos donde narra sus experiencias médicas. 

Después de escuchar el relato de mi pareja, yo le conté el mío. Sentí alivio ante la noticia de que ese buen hombre no murió solo. 

Me dejo mucho en el tintero, pero quiero acabar con esta historia.

Conocí personas con una entrega impresionante en su trabajo. Esos son los válidos, los auténticos.

Tuve la compañía y ayuda de mi pareja, alguien fundamental y especial como ser humano, con una calidad impresionante y una capacidad de entrega y ayuda a los demás que en pocas personas he podido comprobar.

LA REANIMACIÓN Y ALGUNAS VIVENCIAS MÁS DENTRO DE LA U.C.I.

LA REANIMACIÓN Y ALGUNAS VIVENCIAS MÁS DENTRO DE LA U.C.I.

Descripción del Procedimiento -El cirujano hace una incisión en la piel y el esternón, abre el tórax y lo conecta a una máquina cardio pulmonar. Esta máquina realiza la función del corazón y de los pulmones durante la operación.El cirujano detiene el corazón, hace una incisión y retira la válvula dañada. Se sutura una nueva válvula en su lugar y se revisa que abra y cierre apropiadamente. La incisión en el corazón se cierra y el corazón vuelve a funcionar. Una vez que el corazón esté funcionando bien, se le retirará de la máquina cardio pulmonar y se le cerrará el tórax con cables. La piel se cerrará con suturas absorbibles.

Podeis leer más aquí sobre todo el tema del procedimiento quirúrgico

(Para los morbosos, claro)

http://healthgate.partners.org/browsing/LearningCenter.asp?fileName=103899.xml&title=

En mi caso la sutura exterior fue con grapas. Una vez me quitaron el drenaje pude comprobar que semejaba a una cremallera de las baratas y un poco torcida.

El despertar fue desagradable porque no podía respirar en condiciones. Sentía un objeto extraño en las vias respiratorias. Lo comenté con una voz que no parecía la mía. Una de las enfermeras me tranquilizó y fue dándome instrucciones para respirar despacio, sin esforzarme. Procedieron a quitarme el objeto que me impedía respirar bien. El tema duró menos de un minuto, pero lo pasé fatal, con una sensación de ahogo y angustia. El aire comenzó e entrar en mis pulmones y me fuí tranquilizando. Los ojos me pesaban. La misma enfermera me animó a mirarles.... abrí los ojos y obvervé a tres personas frente a mi. Dos enfermeras y un médico que me saludó por mi nombre y me comunicó que la intervención había resultado perfecta. La nueva válvula funcionaba correctamente, pero no debería hacer ningún tipo de esfuerzo. Todo lo que necesitara debería comunicárselo a las enfermeras o auxiliares de la U.C.I, que estaban pendientes de los monitores y la marcha de los pacientes ingresados en esa unidad.

Traté de situarme físicamente. No recordaba nada, aparte del viaje de la cama camino de la sala de quirófanos y algún comentario que me hizo el auxiliar. Intenté mover la cabeza. No veía la herida de la operación y mi sorpresa era grande al no sentir ningún tipo de dolor. Nada en absoluto, salvo una molestia en la muñeca, debido a una vía que me abrieron para conectar el suero, los antibioticos y más cosas que me fueron suministrando. Al mover el cuello noté una pequeña molestia en la zona de la yugular. Ahí tenía otra vía con mas medicación conectada. Acerté a ver de lado uno de los monitores a los que me tenían conectado. Observé que marcaba las pulsaciones, el ritmo cardiaco, la tensión y otros parámetros que desconocía. Las pulsaciones eran un poco más bajas de lo habitual en mi. Siempre tengo unas pulsaciones que no pasan de los 66, 68. Esta vez apenas llegaban a 60. El ritmo cardiaco era constante y sin sobresaltos..... pensé que había sobrevivido a la única intervención quirúrgica importante de mi vida.

Seguí observando mi entorno. La UCI era rectangular, con las camas en compartimentos pegadas a las peredes y todas con sus correspondientes tomas de todo tipo de urgencias, oxigeno, monitores y demas. y podía ver a los  enfermos situados en la parte de enfrente. Tan sólo había dos. Uno de ellos con la puerta cerrada, el otro despierto y mirándome me saludó con la mano. Se notaba que era veterano y con una operación menos importante. Intenté responder al saludo pero apenas podía levantar el brazo con tanto cable. Después observé el trajín de las enfermeras y auxiliares, controlando las medicaciones y preparando el cambio de turno. Mi operación había durado algo más de 3 horas, casi 4 según me comentaron después.

Vi entrar a mi pareja guiada por un médico. Sólo disponía de unos minutos para verme, porque mi estado era de reciente reanimación. Me comentó haberme visto antes, recien salido del quirófano. Sabía que no lo estaba pasando bien....estaba sola en el hospital y sola se quedó todos los días que duró mi hospitalización en la UCI. Algunos familiares vinieron, pero no llegué a verles hasta días después.

En ese estado de indefensión, dependiente de una serie de aparatos electrónicos que controlan hasta el ritmo de los medicamentos que van entrando en tu cuerpo vía intravenosa, eres consciente del poco valor que tiene un hombre solo. Decía mi madre que "no hay hombre sin hombre", en referencia a que todos necesitamos el apoyo y la ayuda de los demás para sobrevivir en ciertos momentos, para mantener una sociedad en funcionamiento es necesario la aportación de todos sus miembros, aunque lo hagan inconscientemente, sin darse cuenta de lo que están aportando. Otros se aprovecharán de esas aportaciones en beneficio propio....pero es algo inavitable. A fin de cuentas no dejamos de ser una especie depredadora, incluso somos capaces de matarnos entre nosotros.

Curiosamente, ante la imposibilidad de moverme con libertad, mi mente pensaba estas cosas, quizás absurdas y sin importancia real. Otros al conocer mis pensamientos pensarían que estaba medio agilipollado más o menos. Hubo quien me preguntó cual fue mi último pensamiento al entrar en quirófano....¿pensaste en Dios, verdad?. La pregunta me desconcertó. ¿Por qué debería haber pensado eso?.... me limité a contestarle que en esos momentos me vino a la memoria un maravilloso polvo de hacía diez años. El creyente se cabreó conmigo. No entraba en su cabeza que no pensase en su Dios.

En esos momentos últimos de consciencia sólo pensaba en la soledad de mi pareja, en lo que estaría sufriendo durante la operación. A fin de cuentas yo no me enteraría de nada. Simplemente dormiría un sueño profundo y provocado por la fuerte anestesia.

La permanencia en una Unidad de Cuidados Intensivos es muy dura. Máxime cuando las cosas se complican un poco y la estancia se prolonga más días de los debidos, como fue mi caso. Durante esos días pude comprobar el tipo de  trabajo que se realiza allí, las envidias y las críticas entre el personal, las personas que se entregan de lleno a su profesión porque aman lo que hacen, la desidia de otras por dejar pasar el tiempo e intentar escaquearse de sus tareas. El submundo que existe en un hospital y las miserias humanas que se arrastran. Los amiguismos y favores a ciertos enfermos muy recomendados por ciertos médicos........ la tremenda condición humana y su eterna comedia. Aquella UCI era especial por su estructura. Apenas perdía detalle desde mi posición. Pocas cosas se escapaban a la mirada.

Recuerdo haber despertado una de las noches sin saber donde estaba. Debieron darme algún medicamento para dormir, porque realmente me costaba conciliar  el sueño. Pensaba demasiado. Al despertarme de madrugada no reconocí el lugar. Pensé levantarme pero algo en mi interior me decía que no me era posible. El panorama a mi alrededor semejaba algo bastante surrealista, la vista me engañaba y veía auténticos disparates confundiendo un reloj de pared situado frente a mi, en una de las columnas, con un rostro pegado que me miraba riéndose. El juego de luces a esas altas horas de la madrugada se prestaba a confundir sombras y objetos. Incluso me costo recordar mi personalidad ni qué me pasaba. Llegué a pensar que estaba en un lugar lleno de agua. Esa situación mental duró cerca de diez minutos. Moví un poco la cabeza y descubrí a uno de los enfermeros sentado en la mesa de control. Manejaba un ordenador portátil al lado de la pantalla de control general de los monitores. El escenario cambió. Recordé todo lo que mi cabeza se negaba a recordar.

Desde aquella noche me negué a tomar nada para dormir. Respetaron ese deseo. Esa decisión hizo que fuese testigo de algo que relataré al final de este medio culebrón.

(Continuará)

UN DÍA DE SAN MAURICIO (Una víctima del vicio, según el dicho popular)

UN DÍA DE SAN MAURICIO (Una víctima del vicio, según el dicho popular)

 

Pues efectívamente.... un día de San Mauricio, el 22 de Septiembre, recibí la visita de un joven médico en la habitación del hospital. Era el anestesista. Me inyectó algo  para relajarme, para que durante el camino al quirófano fuese tranquilo.

Pasó un tiempo prudencial y casi me quedé dormido. Al poco apareció un auxiliar y me comentó que debería llevarme al quirófano. Recuerdo el camino de la cama por los pasillos del hospital. Recuerdo cruzar la entrada de la zona de quirófanos. No vi a nadie en todo el camino. Y no recuerdo nada más.... es como si de repente me quedase sin memoria, dormido por el efecto de la inyección o inyecciones.....

La historia es un poco larga, pero deseo contarla poco a poco.

El despertar fue brusco, de repente y con dificultades para respirar.

(Continuará)

EL ENCUENTRO CASUAL

EL ENCUENTRO CASUAL

Sorprendido crucé la avenida, sorteando los coches y tratando de ponerme a su altura..... la figura, su cabello.....estaba seguro de que era ella.
Adelanté el paso y miré su perfil. Sí, era ella.

Agarré su brazo y se volvió mirándome con cara de sorpresa.

Así son muchos encuentros, cosas imprevistas y sorpresivas. Suceden los días en que pensamos que nada diferente va a ocurrir, que todo seguirá igual de rutinario, que la vida no nos depara nada nuevo para ese día.... un día anodino y programado de antemano.

Por causa de ese imprevisto tan sorpresivo nuestra programación cambió. Terminamos en la habitación de un hotel discreto de la ciudad. Hablamos y nos pusimos al día de nuestros problemas con nuestras respectivas parejas, de los desamores que nos atormentaban y de las insatisfacciones vividas. Hacía seis meses de nuestro último encuentro en un acto universitario. Ella vivia en Alcalá de Henares y trabajaba en una de las modernas universidades privadas abiertas en Madrid.

Ella se duchó mientras contaba su última aventura con sádico neurótico. Miré su cuerpo. No lo había visto nunca, así, desnudo. Era cinco años más joven que yo. Nuestra amistad venía de 20 años atrás. Nuestra confianza también....pero siempre fue amistad pura.

Después me duché mientras comentábamos la situación del momento, lo chocante de que nos encontrásemos tan a gusto en aquella situación, en aquel momento. Distendidos, conservando nuestra casi eterna amistad, desnudos y sin percatarnos de ello.

Al secarme ella me abrazó llorando. Me pidió que le diese unos momentos de ternura. Lo necesitaba, se sentía vacía.... llevaba demasiado tiempo sin ser amada, sin ser deseada, sin ser escuchada.

Recuerdo los momentos siguientes como los de dos seres que descubren sus posibilidades de amantes cuando siempre fueron amigos.

Vivimos de forma intensa esa mañana. Comimos juntos en un pequeño restaurante de las cercanías. Dimos un largo paseo y regresamos al hotel. De nuevo hicimos el amor con una entrega total, con apasionamiento.

Al anochecer ella regresó a su casa. Yo liquidé la cuenta del hotel y caminé pensativo por la ciudad.

No podriamos vernos con mucha frecuencia, además deseábamos mantener muestra amistad de por vida. Ambos teníamos vida privada y social.... había hijos por medio, unas familias conservadoras e intolerantes. Tampoco sabíamos si realmente era amor, enamoramiento y simple necesidad basada en nuestra profunda amistad juvenil. Cada uno tomó su camino años atrás, permaneciendo esa amistad jurada desde la época de estudiantes.

Decidimos mantener una cita mensual....mes tras mes....hasta que el tiempo decidiese por nosotros. Era algo discreto, siempre en hoteles diferentes, evitando que coincidiesen el mismo día de la semana cada mes.

Así estuvimos mas de un año. La cita siguiente la programamos para el día 11.... ella llegaría muy temprano, tenía muchas cosas que contarme sobre su futuro profesional, sobre su posible ruptura matrimonial. Yo dejé el coche cerca del hotel reservado y me acerqué andando sin prisas hasta la estación de Atocha..... ella llegaría en uno de los muchos trenes de cercanías que conectan la capital con Alcalá de Henares.

A medida que me acercaba a la estación percibí ruido de sirenas y muchos coches de policía. Unas fuertes explosiones. Un taxista se encontraba llorando dentro de su vehículo con la radio puesta a todo volumen. La gente se paraba. La policía impedía el cruce de las grandes avenidas. Las calles somenzaron a colapsarse.

Era el 11 de Marzo del año 2.004

Ella nunca llegó a la cita. Su cuerpo fue uno de los muchos destrozados por las explosiones. Destrozaron su cuerpo, sus ilusiones, su futuro. Mantuvieron mi recuerdo, mi profundo sentimiento de amistad y algo más que el tiempo fue cambiando en los dos.

Desde entonces vivo en la sinrazón.

El futuro es el momento siguiente al actual. Lo otro, el de mañana, siempre será incierto.

El cuadro expuesto es de Dino Valls (Opus  1993)
 

INCÓGNITAS DE LA BELLEZA

INCÓGNITAS DE LA BELLEZA

El arte en la foto.

Un hermoso cuerpo femenino con dos incógnitas. Dos máscaras que ocultan.

¿Qué ocultan?...... ¿belleza.... o fealdad?

El misterio rodea al arte en multitud de ocasiones.

Misterio de la mirada, del rostro, del gesto.

Incógnitas sin desvelar. Sexo oculto.

Quizás representa lo que impera en estos tiempos revueltos:

El cuerpo como objeto; la persona sin valor.

Todo se convierte en incógnita??.

Sólo el cuerpo vale??.

L A R A D I O E N L A R E D

L A    R A D I O     E N    L A    R E D

 Investigando en la red

se descubren cosas interesantes

 RADIO EFÍMERA

 Podeis localizarla aqui

 Os gustará

la

música

que

emiten.

A veces tampoco encuentro

A veces tampoco encuentro Es curiosa la similitud de situaciones, pero en su caso todo es imperfecto.

Desea verla y no puede.

Quisiera romper la magia virtual y siente miedo de perder el encanto que produce.

Nos convertimos en esclavos de la irrealidad.

Imagen de libertad

Imagen de libertad No recuerdo dónde localicé esta foto. Posiblemente fue en alguna página de fotos artísticas. Lo que si recuerdo es el “gancho” que me causó ver la imagen de una mujer en total libertad, integrada en el paisaje y semejando una especie de Diana cazadora, autónoma, libre de ataduras sociales y convencionales, dueña de su libertad y su cuerpo.

No es una fotografía reciente, eso se nota, lo cual hace más atractiva la imagen. Supongamos que fue tomada en los años 1.950 o 1.960. Por aquel entonces era impensable la imagen de una “mujer libre”, la norma social no lo asimilaba ni contemplaba y muchas mentalidades tampoco. Pero en el siglo XXI, salvo excepciones, las cosas se observan y contemplan de otra manera. Las formas han cambiado y los talantes....... están en ello.

Seguirá sola

Seguirá sola Se encuentra sola en su habitación, acompañada de sus recuerdos y pensamientos, de sus sueños, tan cercanos por la edad como lejanos por la insoportable distancia del ser amado. Su vivencia e intimidad compartida es insuficiente, necesita más, mucho más.

Creó un mundo cerrado, su mundo, sin ganas ni deseos de apertura, limitando sus posibilidades, despreciando gran parte del entorno, sabiéndose conocedora y portadora de valores propios, creyéndose en posesión de “su” verdad absoluta.

Cuando apareció ese “ser” en su vida pensó “vivirlo” sin necesidad de cambiar su mundo, sin permitir cambios necesarios ni compartir argumentos. No calculó bien las consecuencias. Es imposible compartir algo cerrado, hay que contar con el entorno del otro, abrirse a su vida.

Si apostó por un mundo cerrado de dos....... eso no tiene futuro, morirá con el tiempo, con la incomprensión, con el enfriamiento de la pasión..... no quedando nada. Tan sólo su mundo cerrado, virtual, irreal. Seguirá sola.

" 1.984 "

"  1.984  " En el año 1.948 George Orwell escribió su obra más leída: 1.984
Os Invito a leerla, descubriréis un mundo increíblemente atroz, inimaginable.
Su verdadero nombre era Eric Arthur Blair, nacido en La India (Bengala) el año 1.903, donde su padre trabajaba como funcionario británico, y fallecido en 1.950 como consecuencia de una tuberculosis crónica.
Una de sus biografías podréis encontrarla aquí, donde se aprecia la intensa y aventurera vida de este revolucionario socialista, perseguido, criticado por los seguidores de las “dictaduras progresistas”, luchador voluntario en la Guerra Civil Española al lado de los republicanos, de nuevo luchador en la II Guerra Mundial contra el nazismo e incansable crítico de la dictadura stalinista.
Sus más famoso libros en España se resumen a tres: “Homenaje a Cataluña” (1.937), narra los acontecimientos vividos en la guerra española, siendo un libro muy apreciado por el esclarecimiento de algunos avatares y el asesinato de Andreu Nin. “Animal Farm”, titulado en nuestro país “Rebelión en la granja” (1.946), fábula de la degeneración de la revolución rusa, y el que nos ocupa, 1.984, donde aborda las relaciones entre el poder y la crueldad de una forma muy original e irrepetible para muchos. La novela es una advertencia contra el totalitarismo, no es una obra utópica, como muchos han supuesto, ni futurista.
Eric Arthur Blair (George Orwell) forma parte, junto a brillantes intelectuales como Albert Camus o Víctor Serge, de la lucha contra la ignominia y la dominación del poder totalitario.
La obra comienza creando una atmósfera opresiva, agobiante, de dominación total y permanente ante la mirada del dictador: “EL GRAN HERMANO TE VIGILA”, y cuyo culto a la personalidad es condición indispensable para sobrevivir. Un régimen absorbente que no admite la intimidad. Dos seres humanos intentan vivir separados de las consignas, tener vida propia, privada, intimidad. El sexo está controlado, los sentimientos prohibidos, el amor lo supervisa “El Ministerio del Amor”, una contradicción del sistema para luchar contra todo lo que signifique intimidad. El lenguaje es manipulado junto con la información. La dictadura controla las mentes mediante La Policía del Pensamiento. Todo está bajo control y en ese Londres, reflejado en la novela, un hombre y una mujer luchan por ser realmente ellos. Sus vidas están regidas por las tres consignas del Partido:

LA GUERRA ES LA PAZ
LA LIBERTAD ES LA ESCLAVITUD
LA IGNORANCIA ES LA FUERZA

Dije antes que la novela es una advertencia y podemos comprobar, mediante un pequeño repaso histórico, que el autor no se equivocó en absoluto. Él vivió los tiempos de la brutal dictadura de Stalin en la Rusia Soviética, pero, si seguimos las pistas de la historia, muchos hemos leído o conocido las tremendas dictaduras que en el mundo han sido y continúan siendo: la Camboya de Pol-Pot, la China de Mao, Corea del Norte y su régimen sucesorio de Kim Il Sung a su hijo, las dictaduras de diversos tintes mantenidas por los dos colosos durante la llamada Guerra Fría, el Irán de Jomeini y el actual.......... y la lista sigue interminable. El poder no descansa (os aconsejo navegar a placer por esta web).
Los que lean la obra en cuestión es posible que estén de acuerdo con aquellas palabras escritas por Rosa Luxemburgo, cuando se refería a las pocas posibilidades de que disponía la humanidad para superar todos los estadios y llegar a una globalización solidaria. Ella sólo conocía dos posibilidades: “Socialismo o barbarie”. Pensad en ello, merece la pena.
Si os interesan más textos sobre Orwell o del propio escritor podeis leerlos aquí.
Salud.