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CONTRACORRIENTE

En el Campo de Exterminio

En el Campo de Exterminio

El momento más terrible de las 24 horas de la vida en un campo de concentración era el despertar, cuando, todavía de noche, los tres agudos pitidos de un silbato nos arrancaban sin piedad de nuestro dormir exhausto y de las añoranzas de nuestros sueños. Empezábamos entonces a luchar con nuestros zapatos mojados en los que a duras penas podíamos meter los pies, llagados e hinchados por el edema. Y entonces venían los lamentos y quejidos de costumbre por los pequeños fastidios, tales como enganchar los alambres que reemplazaban a los cordones. Una mañana vi a un prisionero, al que tenía por valiente y digno, llorar como un crío porque tenía que ir por los caminos nevados con los pies desnudos, al haberse encogido sus zapatos demasiado como para poderlos llevar. En aquellos fatales minutos yo gozaba de un mínimo alivio; me sacaba del bolsillo un trozo de pan que había guardado la noche anterior y lo masticaba absorto en un puro deleite.

 EL HOMBRE EN BUSCA DE SENTIDO.- Viktor E. Frankl

 

1 comentario

MDM -

Se enconje el alma al pensar en los niveles de crueldad que puede alcanzar el ser humano.
Es increible que todavía existan sectores que se empeñen en negar la realidad del holocausto.
Hace un par de años el museo de Historia de Catalunya organizó una sobrecogedora exposición sobre los Bibelforscher y su vida en los campos de exterminio. A pesar de que la muestra estaba centrada exclusivamente en este sector de la sociedad, debo reconocer que estaba increiblemente documentada y resultaba sobrecogedor y se tenía que hacer un gran esfuerzo anímico para conseguir llegar hasta el final de la muestra.
De las personas que entramos en la visita guiada menos de la mitad completamos el circuito. Con un mínimo esfuerzo podemos comprender el sufrimiento de las personas a las que les tocó luchar para sobrevivir en estas circunstancias.