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CONTRACORRIENTE

O R A C I Ó N

O R A C I Ó N

A vosotros,
que cortáis la manzana de la muerte
os pido con caridad.
Por un Dios
en el que jamás he creído.
Por una Justicia
de la que desconfío.
Por el orden de un Mundo
que no respeto.
Para que renunciéis a vuestra guerra
yo renuncio a mis dudas,
que son parte de mí
como la luz amarga
es parte del otoño.
Y escribo Dios, Justicia, Mundo,
y os pido caridad,
y os lo suplico.

"ORACIÓN" de Luis García Montero

Sobre el autor aconsejo visitar null, null Sobre el dibujo, la zona de postales de , null , para interesados en diversos temas que no aparecen en los medios habituales.

¿La ortodoxia al poder?

¿La ortodoxia al poder?

Foto tomada de un http://senosvalapinza.blogspot.com digno de visitar

Ávidos de luz

Ávidos de luz

Trilogía: Vida, Muerte y Libertad

Tiene 19 años. Sus amig@s la conocen por Karo.
En la trilogía poética por ella escrita percibo su ansia final: Libertad.
La consecución de esa libertad deseada conlleva el paso por la vida y su posterior final: la muerte. Para Karo la vida es deseada como medio imprescindible para la liberación final, pero vivida con intensidad, hasta el último sorbo de la existencia, consciente de cada momento:

"Vida que va por mis venas,
que ansía ganas de vivir,
aprovecha el minuto de vida,
como si el último fueras a estar aquí."

No quiere dejar sueños pendientes, a los seres nos sobran los fracasos cumplidos. Su vitalidad es manifiesta, Karo mira a la vida de frente, aceptando los retos, cumpliendo sus sueños:

"Ojos que llenan de vida,
vida que en los ojos estás,
sueños aparecen en la orilla,
todos los quiero realizar."

Su juventud es consciente y realista en cuanto a todo lo que la vida ofrece, optimismo ante el regalo que el vivir supone, amargura y sufrimiento ocasionado cuando la vida llega a su final:

"Vida con todas las letras,
vida con todo su afán,
vida que apareces
como un regalo,
como el sol,
como el mar,
aunque dejas sabor amargo,
solamente si te vas,
que sufro yo por otros y
otros por mí quizás."

En su conocimiento adquirido, razonado, pensado, soñado por su mente juvenil, en su interpretación filosófica de la vida, Karo quiere sentirse consciente en el momento final, adivinar la cercanía de la frontera, del límite. Divisar al barquero mitológico, entregar la moneda, precio que Caronte solicita para el suave tránsito a un plano desconocido:

"No te vayas sin aviso,
no te vayas sin avisar,
no me abandones y
me dejes, porque entonces
no podré reír más."

¿Le hacen dudar los últimos versos? ¿Temor final a lo desconocido?, ¿no perder la alegría ni en el último momento? Temores y miedos realmente humanos.
Karo describe la muerte como la soledad más absoluta del ser humano. La percibe consciente de lo que experimenta el cuerpo en ese tránsito, en silencio, esperando:

"Se cansa mi brazo,
sangre helada se me quema,
revierte el espíritu,
se enmudece la palabra."

La consciencia de la muerte conlleva una lucidez antes desconocida. Todo lo anterior, lo vivido con sus fracasos y alegrías, con sus tristezas y proezas, con sus miserias arrastradas, absolutamente todo pasa por nuestra mente agonizante. Pero la luz no aparece, solo el horizonte espeso. Todavía no alcanzamos a ver el final:

"Tinta roja sale en mi mano,
letra clara escriben mis dedos,
lágrimas negras tachan la esfera,
que cubren un horizonte espeso."

El soplo de la vida escapa despacio, apenas se percibe, el cuerpo se resiste, la consciencia se desvanece agónicamente, la negritud aparece. El alma vuela hacia algún lugar indefinido, desconocido, en soledad, casi furtivamente:

"Alma incolora en mi mente espera,
alas le han salido
y vuela al cielo escondida,
no la ve nadie, no quiere ser vista."

Los dos versos siguientes, en mi opinión, describen sus temores ante la soledad y la nada después de la vida. Las puertas cerradas a la esperanza, la fe sin consuelo alguno, el cuerpo abandonado, esa funda biológica sin valor final, la ansiada libertad como espejismo:

"Puertas se cierran a su llegada,
el cuerpo abandonado dejó a su partida."

La soledad atormenta. El hombre nace y muere solo. Aprendiz durante toda su existencia. Nada le consuela, no conoce la razón de esa existencia. La última lección: aprender a morir:

"Solo, con su corazón inlatiente.
Solo, con su frialdad en la mente.
Solo, yaciendo.
Solo...muriendo..."

La libertad, esa utopía de la historia humana, causante de la gran desazón y búsqueda constante de filósofos, místicos y visionarios.
Karo refleja, en la última parte su trilogía, el pesar de la vida para conseguir la ansiada libertad. Ella presiente esa libertad soñada, pero el precio es alto: vivir intensamente, soportar las inclemencias de la vida y....... morir. Las dudas serán permanentes hasta el final. Todo eso se vive en soledad:

"Desde la ventana divisa las olas,
que crecen hasta el cielo,
bajan y luego florecen
como una flor marchita en invierno."

Ignoro si Karo ha bebido en los textos de nuestros grandes místicos, en sus poesías. El camino de la libertad lleva hasta el cielo, eso lo dice en su poema de la muerte y lo repite en éste. Ignoro la influencia de la religión en su pensamiento, pero intuyo sus dudas y temores a la nada absoluta. La débil fe se enfrenta a la razón, dos conceptos totalmente opuestos y distintos. La razón, idea reguladora de la inteligencia, hace pensar. La fe no admite razonamientos, es dogmática. De ahí nuestra lucha mental, racional. Todo lo acompaña el silencio, a veces disipador de dudas:

"Lágrimas en los ojos aparecen,
saladas gotas de lluvia,
suaves y mansas caen,
para sembrar el más triste silencio."

Se siente presa en esta existencia. Los humanos tienen miedo a la libertad, asumir la libertar terrena, su carga de responsabilidad, su toma de decisiones. Karo quiere la otra libertad, la del espíritu libre de cadenas. La vida es como una cárcel para el alma inmortal. Lo dicen los místicos.

"Ve el sol desde la ventana
que ciega sus ojos,
que hunde su llanto,
que entre barrotes sufre
por no estrenar su canto."

El alma muere mientras el cuerpo vive. El alma muere por ser libre, pero los temores del cuerpo se manifiestan, ese agarrarse a la vida tan humano:

"Muere al alma en pedazos
tacha de cobarde su dolor
por no querer llevársela
y calmar para siempre el temor."

La lucha interior, el deseo y los temores enfrentados, las dudas permanentes y........la ansiada libertad:

"Temor de soledad,
dolor de tanto llorar,
pesar por querer morir,
ansiedad por querer libertad."

Me gusta la trilogía. No soy ningún experto en poesía y esto que manifiesto es una opinión personal, posiblemente equivocada. No conozco a la autora en profundidad, apenas hemos cruzado una palabras, pero es sintomático el concepto que tiene de libertad.
Quizás en algún momento podamos hablar y aclarar mis dudas..... y las suyas, claro.

Jaén, 29 de Abril de 2.005

El negocio del sida

El negocio del sida

Médicos sin Fronteras ha denunciado que el refuerzo de las patentes farmacéuticas frena el uso de medicamentos genéricos (más baratos, claro).

El tratamiento de 8.000 dólares cuesta solamente 216 dólares usando genéricos.

Esta catástrofe humana que supone el sida tropieza con los muros de los grandes laboratorios farmacéuticos, con sus intereses financieros por hacer rentables las patentes, en colaboración con los intereses de los paises poderosos, aquellos que controlan el derecho a la vida, a una vida digna. Esos poderes globalizantes manejan los hilos en los paises con bajo desarrollo, deciden sobre la vida y la muerte (más bien sobre la muerte en este caso).

Casos como la India, Sudáfrica, el África negra en general, América Latina, Asia..... la catástrofe se ha generalizado. Incluso en Occidente, con nuestro desarrollo del que nos sentimos tóntamente orgullosos, no estamos libres de las consecuencias de pandemias como el sida.

Médicos sin Fronteras ha denunciado, clamando en el desierto, que la presión ejercida por Estados Unidos para que se apliquen las normas mas restrictivas, previstas en los acuerdos de la Organización Mundial del Comercio, favorece al lobby farmacéutico. No olvidemos que estos gigantes de la producción farmacéutica contribuyen a costear las carreras y elecciones presidenciales de los candidatos al poder. Y el poder ..... siempre es agradecido con quien debe, con el dinero claro, con el dinero.

"Me cortó el clítoris y no lloré"

FATOUMATA COULIBALY, ACTRIZ, LUCHADORA CONTRA LA ABLACIÓN DE CLÍTORIS

Tengo 44 años. Nací y vivo en Bamako, capital de Mali. Soy actriz de cine, y hago programas de radio y tele en mi país. Tengo, de distintas parejas, una hija (24 años) y un hijo que murió. Estoy casada con un hombre polígamo (tiene otra esposa). ¿Política? Respeto e igualdad. Soy musulmana. Hace 15 años que lucho contra la ablación en Mali

VÍCTOR-M. AMELA - 19/03/2005 LA VANGUARDIA

-¿Le hicieron a usted la ablación?

-Sí, cuando tenía siete años. LFue un momento muy importante para mí.

-Y terrible.

-Yo no lo viví así. Mi abuela, que siempre fue una diosa para mí, me explicaba que la ablación me haría mujer, me daría derecho a acceder a los secretos de la vida adulta...

-Pero ¡se trata de la escisión del clítoris!

-Con un pequeña navajita muy afilada, cierto... Se vivía como un rito de purificación: nos explicaban que la mujer que no se lo hacía era "sucia", impura, guarra, ¡y que ningún hombre querría casarse con ella...!

-Entiendo. ¿Y cómo recuerda aquel trance?

-Mi abuela y mi tía nos acompañaron a mis primas y a mí a un patio de una casa, y allí llegó entonces la purificadora...

-¿Quién?

-La mujer que te hacía la ablación, que te purificaba.También llamadas forgeron,porque eran mujeres de herreros (forgeurs),que forjaban esas navajitas como bisturíes...

-Qué miedo...

-¡Eran muy expertas! Con un corte preciso te cortaban el botón del clítoris, y luego te hacían una cura con un polvo negro para que la herida cicatrizase.

-¿Lloró usted?

-No. Varios días antes, a las niñas se les instruye: no deben llorar, pues si lloran es una deshonra para la familia. Eso me explicó mi abuela, y no lloré. Además, aquella forgeron tenía práctica: fue rápida, lo hizo bien, sentí sólo como una picadura de avispa...

-¿A sus primas también les fue bien?

-Sí: en aquel grupo, a todas. ¡Y estábamos orgullosas de haber ingresado en el mundo adulto! Además, compartir ablación con alguien es intenso: te une con esa persona para toda tu vida... Durante los días siguientes, mi abuela me limpiaba la herida, me ponía mantequilla de careté..., hasta que cicatrizó.

-¿No hay hemorragias, infecciones...?

-Sí, y muchas niñas mueren. Yo me enteré de eso luego. Cuando se lo comenté a mi abuela, ella lo atribuía a malos espíritus...

-¿Siguen muriendo niñas por ablaciones?

-Sí, y cada vez más: las viejas forgeron que sabían hacerlo han ido muriendo, y el Gobierno prohibió a personal médico hacer ablaciones, y lo hacen ahora mujeres inexpertas que causan verdaderas carnicerías y muertes...

-Usted tiene una hija ya adulta: ¿se le practicó también a ella la ablación?

-Sí. Yo tenía entonces 20 años, era todavía muy joven y no supe oponerme, y así lo habían decidido el padre y el abuelo...

-¿Y cuándo decidió que iba usted a luchar activamente contra la ablación?

-Fue hace 15 años. Una ONG vino a hacer un documental, y me pidieron que colaborase: fuimos por los pueblos hablando con hombres y mujeres, jóvenes y viejos...

-¿Por qué le pidieron colaboración a usted?

-Yo trabajaba en la radio y en la televisión pública de Mali, y era ya popular en mi país por mi trabajo como actriz en películas...

-¿Qué descubrió en ese documental?

-Lloré lo que no había llorado de niña...

-¿Qué le hizo llorar?

-Vi morir niñas por hemorragias... Volví a llorar hace poco, al ver a una niñita de 7 años a la que su familia castigaba a lavar diez veces al día su ropita, que mojaba por incontinencia urinaria... Descubrí que era por culpa de la ablación, que le desgració un nervio...

-Maldita sea la purificadora...

-Sí. Al saber la verdad, la purificadora,conmocionada, ha dejado de hacer ablaciones. Y los padres, arrepentidos, han convencido a su pueblo: ¡en ese pueblo han decidido no permitir la ablación nunca más...!

-Bravo. Después de aquel documental, ¿cómo combate usted la ablación?

-Descubrí que la gente de mi país me escuchaba y respetaba, y decidí que tenía que aprovechar eso: hablo desde la radio o la tele, y también voy de pueblo en pueblo...

-¿Y qué les dice?

-Voy con un grupo de médicos y enfermeros: reunimos a todo el pueblo bajo un árbol o un cañizo, y primero les hablamos de salud, higiene corporal... Aspectos genéricos.

-Ajá: para que no se pongan en guardia...

-Sí, y poco a poco derivamos hacia la ablación... Los imanes se enfadan y se levantan...

-¿Y qué dice la gente?

-"Esto lo hemos hecho siempre así, es lo correcto", dicen los hombres. "Si no lo hacemos somos impuras, los hombres no nos querrán, hemos de hacerlo", dicen las mujeres.

-¿Y qué hace usted entonces?

-Levanto la reunión y vuelvo yo sola otro día. Y vuelven a venir. Y seguimos hablando. A los hombres les muestro fotos de ablaciones, y bajan la vista, pero yo les digo: "¡Mira!". Y miran: "¡Esto les harán a tus hijas!", digo. Y a veces vuelvo una tercera vez.

-Qué paciencia...

-Para alcanzar algo hay que escuchar y tener paciencia... Eso lo aprendí de mi abuela.

-Que defendía la ablación. Si viviese, ¿qué haría usted para hacerle cambiar de idea?

-Lo que ella me enseñó: escuchar y respetar. Hay que escuchar mucho. La escucharía, y hablaríamos mucho... Yo sería paciente.

-¿Está viendo usted ya resultados?

-Sí, ha habido pueblos que han tomado la decisión de dejar la ablación... ¡y entonces el pueblo de al lado, que se resistía, se anima!

-¿Se logrará un día erradicar la ablación?

-Será a largo plazo, porque está muy enraizada en la tradición, y a la gente aún le avergüenza hablar de sexo y ablación: es un tabú.

-No desfallezca, siga insistiendo.

-Sí. Muchos allí me dicen: "¿Por qué haces esto? ¡Está mal, los europeos te han sorbido el seso!". Pero cada vez son más los hombres y mujeres que me escuchan y piensan...

Comentario al tema.-

Las salvajadas impuestas por la tradición y las puñeteras religiones, las malas interpretaciones y el tabú del sexo.

LETRILLA SATÍRICA

LETRILLA SATÍRICA

Sabed, vecinas,
que mujeres y gallinas
todas ponemos:
unas cuernos y otras huevos.

Viénense a diferenciar
la gallina y la mujer,
en que ellas saben poner,
nosotras sólo quitar.
Y en lo que es cacarear
el mismo tono tenemos.
Todas ponemos:
unas cuernos y otras huevos.

Doscientas gallinas hallo
yo con un gallo contentas;
mas, si nuestros gallos cuentas,
mil que den son nuestro gallo.
Y cuando llega el fallo,
en cuclillos los volvemos.
Todas ponemos:
unas cuernos y otras huevos.

En gallinas regaladas
tener pepita es gran daño,
y en las mujeres de hogaño
lo es el ser despepitadas.
Las viejas son emplumadas
por darnos con que volemos.
Todas ponemos:
unas cuernos y otras huevos.
Francisco de Quevedo

Nota.- Un pelin cachondo el amigo Quevedo, no dejaba títere con cabeza. Por cierto... si alguna vez visitais Madrid, cerca de la Puerta del Sol, en la Calle Arenal, está la Iglesia de San Ginés. En el atrio de la Iglesia el amigo Quevedo se batió en duelo (a espada limpia) con uno de sus muchos enemigos y le dió muerte si mal no recuerdo. El Siglo de Oro era otra cosa.

Francis Jones y el cangrejo rojo australiano

Francis Jones y el cangrejo rojo australiano

Mi apreciado Francis:
Lamento decir que no tengo ni p.i. sobre el tema a debate que planteas, ya que mis viajes a lo largo y ancho de este mundo me llevaron, como muy lejos, hasta Rumanía. Se siente. Pero puedo aclararte algo sobre el tema cangrejil debido a mis conversaciones durante una larga noche de borrachera, en la campiña riojana, en compañia de una cangreja local.

Díjome la cangreja en cuestión que sus vidas sexuales eran jodidas de verdad. Pasa que, como sabrás por tus profundos estudios de la E.G.B, los cangrejos caminan hacia atrás (como el trio Los Repanochos, tambien conocidos como "Los Trillizos de Génova")dando lugar a que no coincidan casi nunca para el coito placentero. Imagínate que eres un cangrejo y vas en pos de una hembra ....... si los dos caminais hacia atrás .... lo tienes crudo. Ocurre que cuando circulan en dirección contraria .... pues se encuentran de culo, dando lugar a que prolifere la homosexualidad entre la especie. No están los tiempos para desperdicios, claro.

Moraleja: nunca lo hagas con un cangrejo o cangreja.

Nota.- El trio Los Repanochas: Aceves, Rajoy y Zaplana.

Los amigos de Rosalía son bienvenidos.

SALUTACIÓN

Oh, generación de petulantes sin remedio
e infelices sin remedio,
he visto pescadores comiendo al sol,
los he visto con sus familias desharrapadas,
he visto sus sonrisas llenas de dientes
y he oído sus risas desgarbadas.
Y yo soy más feliz que vosotros,
y ellos eran más felices que yo;
y los peces nadan en el lago
y ni siquiera poseen vestiduras.

Ezra Pound 1885-1972

Bienvenid@

Bienvenid@

Hola:
Este será un espacio para la reflexión, para el repaso de ideas y recuerdos, donde todo es posible. No pretendo la aprobación de nadie, eso sería algo presuntuoso y no es mi estilo. No me importan las críticas, incluso las acepto y me gusta compartir ideas. Tan solo un aviso a navegantes inoportunos: no me gustan los capullos listillos ni los que insultan sin más y por el simple placer de hacerlo. Prometo perseguirlos hasta el fin del mundo.

Aquí pienso exponer reflexiones y criterios que no gustarán a casi nadie, pero..... se siente.

Un saludo a los pocos visitantes que decidan ver este engendro. Salud.

Madrid no se merecía eso

Madrid no se merecía eso

Esa mañana me desperté con la noticia. Medio dormido salté de la cama y agarré el movil. Durante diez minutos intenté localizar a Mercedes.
Todos los día toma uno de los trenes que pasan por Santa Eugenia para ir a la oficina. Esa mañana se retrasó y consiguió localizar a un compañero de trabajo. En el coche de él logré comunicar con ella. Estaba nerviosa, sabía lo sucedido. En ese momento pasaron a la altura de Santa Eugenia, por la autovía de Valencia. El atasco, la humareda de la estación, las sirenas ......... me contaba llorando. Me dió las gracias por mi llamada. Mercedes es la única persona amiga que dejé en Madrid, la más auténtica de mis excompañeros de trabajo.

Madrid no se merecía eso, no ..... no se lo merecía. El Magerit musulmán (le pusieron nombre femenino) es una ciudad abierta, generosa, sorprendente y capaz de los más grandes sacrificios. Hospitalaria con los forasteros, con el inmigrante, pero también llena de pillos, pícaros, buscavidas y soplagaitas (y políticos marrulleros). El Magerit de larga historia, llena de batallas populares como las de 1.808 que el genio de Goya plasmó en sus lienzos. El Magerit republicano, capaz de mandar a tomar por el culo a un rey anodino e impopular. El de la resistencia durante los bombardeos de ensayo para la II Guerra Mundial, el Magerit de mi infancia de posguerra con su hambruna perpetua y su dictadura eterna. El Magerit de la transición a la democracia, lleno de concesiones para lograr una convivencia, lleno de ilusiones para ser capaces de vivir juntos sin volver a las eternas matanzas. Mi Magerit del horror de los atentados, durante años, de esas bestias pardas de un nacionalismo vasco irracional. No se merecía un 11 de Marzo así.

Invito a quien no conozca mi ciudad, mi "patria chica", a visitarla. No la juzgueis a simple vista, hay que conocerla, patearla durante días, meses, incluso años..... y vivirla.